El trauma es desgarrador y afecta no solo a la persona que lo atraviesa, sino también a quienes lo rodean. Puede ser causado por accidentes, lesiones, ataques, abuso, desastres naturales, enfermedades y la muerte de seres queridos. Experimentar un trauma es debilitante, pero muchas víctimas no recurren a otros en busca de ayuda.
Las razones varían desde el miedo al juicio, la vergüenza o la idea de que nadie lo entendería. Pero esta incapacidad para hablar agrava aún más la situación. Las personas que desconocen el trauma y sus efectos pueden afectar a la víctima a través de sus palabras y acciones. Con la mejor de las intenciones y el mayor amor, no brindamos a nuestros seres queridos el apoyo adecuado.
¿Qué esperar de alguien que está pasando por un trauma?
El primer paso es informarse sobre el trauma y cómo afecta a una persona. El conocimiento práctico del tema facilita la conversación y la comprensión del problema. A veces, los sentimientos por los que atraviesa una víctima pueden parecer irrelevantes para una persona común. Sin embargo, esta incomprensión hace que la víctima profundice más en su dolor y se aferre a la oscuridad.
1. Miedo y ansiedad
Las víctimas pueden tener miedo de que el trauma vuelva a ocurrir y miedo de pensar en ello. Están obsesionados con su seguridad y hacen todo lo posible para protegerse. Estos sentimientos duran mucho después de que el trauma real ha terminado. Algunas personas se vuelven ermitaños debido a este miedo y ansiedad.
2. TEPT
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es debilitante y tiene efectos adversos graves en las víctimas. A menudo se desencadenan por algo con lo que asocian el trauma. Esto ocurre cuando una víctima revive el trauma como si le estuviera pasando de nuevo. Por ejemplo, un determinado olor, un sonido, un paisaje o incluso una persona. El mayor desafío es que pueden desencadenarse meses, años o incluso décadas después del trauma.
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3. Evitación
Evitar lugares, tiempos, personas y situaciones es una forma poco saludable de sobrellevar el trauma. A veces, las víctimas evitan enfrentarse a sus sentimientos por miedo a ser provocadas.
4. Ira
Después de una experiencia traumática, la víctima a menudo se enfada por la razón por la que sucedió. Se preguntan por qué les sucedió a ellos y han desviado su ira hacia sus seres queridos por no protegerlos. Muchos sobrevivientes informan que están enojados con Dios por permitir que les suceda esto.
5. Culpa y vergüenza
Las víctimas se sienten culpables por estar vivas o por sobrevivir a una experiencia traumática. Están avergonzados de lo que pasó y por qué deben haber hecho algo mal.
6. Cambio de actitud ante la vida
Cuando las víctimas pasan por un trauma, se amargan, se afligen, se deprimen o tienen otros sentimientos conflictivos. Su visión de la vida puede cambiar y ven el mundo como incierto.
7. Manejo del dolor a través de la automedicación
Las víctimas de trauma pueden automedicarse, ya sea a través de las drogas, el alcohol, el trabajo o incluso la promiscuidad sexual.
¿Cómo ayudar a un paciente traumatizado?
Tenga estos consejos listos:
- Siempre pregunta cómo puedes ayudar primero.
- Refleje el lenguaje de la víctima y evite usar palabras que no usa, ya que esto podría ser un desencadenante.
- Involúcrelos en las actividades. Aunque suene antiguo, iniciar la rehabilitación a través de varios compromisos y actividades ayudará a la víctima.
- Mucha gente anda de puntillas sobre el tema y evita hablar de ello. Así que sé natural.
- No los presiones para que busquen ayuda, no los fuerces con tus pensamientos ni les preguntes cómo permitieron que les sucediera esto. Tal vez hubieras hecho ciertas cosas de manera diferente, pero esto no se trata de ti. Una sola palabra de condena los hará volver en espiral a su oscuridad y los pondrá a la defensiva.
- Acepte sus sentimientos, ya sean ira, amargura, impotencia o depresión. Lo viviste. No tienes que hablar de ello si no quiere, y simplemente estar cerca de ellos ayuda.
- Nos encanta asesorar a la gente y dar nuestro granito de arena. Sin embargo, solo dé consejos cuando se los pidan. Cuando las víctimas hablan, a veces solo quieren que alguien las escuche.