Ser madre es un período de transición importante para una mujer. Al mismo tiempo, se trata de ajustes en el estilo de vida y, a veces, el estado físico pasa a un segundo plano. Como madre, toda mujer quiere lo mejor para su hijo y tienen preguntas comunes pero importantes cuando se trata de amamantar a su pequeño. “¿Obtendré suficiente leche una vez que dé a luz? ¿Cómo sé si mi bebé está contento con mi leche? ¿Tengo que comer más para producir más leche? ¿Puedo hacer ejercicio mientras estoy amamantando? ¿Afecta el ejercicio mi producción de leche?” Aprendamos más sobre la producción de leche materna y las cosas a considerar cuando se trata de hacer ejercicio durante la lactancia.
La producción de leche humana es el resultado de dos hormonas. La prolactina y la oxitocina son las dos hormonas encargadas de regular la producción y secreción de leche. La prolactina se llama la hormona formadora de leche y la oxitocina es la hormona de eyección de leche. Una vez que comienza el trabajo de parto, las dos hormonas se liberan en mayores cantidades desde la glándula pituitaria.
Cuando un bebé se agarra al pecho y succiona, desencadena impulsos sensoriales desde el pezón hasta el cerebro. En respuesta, la parte frontal de la glándula pituitaria secreta prolactina y la parte posterior, oxitocina.
La alimentación nocturna es útil para que la madre mantenga la producción de leche, ya que en este momento se produce más prolactina. Se dice que una madre se siente relajada y con sueño, lo que hace que descanse mejor incluso cuando amamanta por la noche.
Por el contrario, la oxitocina se produce más rápido que la prolactina. Hace que la leche que ya está en el pecho fluya más rápido y ayuda al bebé a obtener la leche fácilmente.
Consejos para moverse durante la lactancia
El ejercicio ayuda a reducir el estrés y ayuda con la depresión. Mantener un cierto nivel de condición física puede ayudarte a mejorar tu resistencia y tu salud mental sin disminuir tu producción de leche.
1. Comience con ejercicios de fortalecimiento del torso y de bajo impacto:
Consulte a su fisioterapeuta para la diástasis de los rectos y comience a fortalecer su núcleo gradualmente. Caminar es un gran ejercicio y puede llevar a su bebé con usted por las noches. Puede comenzar el entrenamiento cardiovascular y de circuito 6 semanas después del parto.
2. Lleva una dieta buena y saludable:
Coma alrededor de 2400 kcal por día para no sentirse somnolienta, ya que la lactancia también conduce a la pérdida de peso y quema 550 kcal por día. No comer lo suficiente también puede conducir a una menor producción de leche cuando comienza a hacer ejercicio y siente debilidad. Es importante controlar su dieta después de dar a luz.
3. Manténgase hidratado:
Beba de tres a cuatro litros de agua al día ya que su leche es 80 por ciento agua. No beba antes, durante o inmediatamente después de su entrenamiento.
4. Use un sostén cómodo que le quede bien:
Use un sostén deportivo que no sea ni demasiado apretado ni demasiado flojo para brindar apoyo durante el ejercicio intenso.
5. Tiempo de alimentación:
Alimente a su bebé o extraiga leche antes de hacer ejercicio, ya que hacer ejercicio con los senos hinchados es difícil y puede resultar incómodo.
A veces, durante los entrenamientos extenuantes, el ácido láctico se acumula en el torrente sanguíneo, lo que hace que la leche materna tenga un sabor un poco ácido. Algunos bebés se ven afectados, otros no. Si su bebé se niega a beber, puede ser una buena idea extraer un poco de leche y luego enganchar al bebé para amamantarlo. O extrae leche antes del ejercicio y alimenta al bebé con esta leche. Otra salida es alimentar al bebé una hora después del ejercicio para que el ácido láctico se elimine de la leche materna.
6. Meditación:
También es importante trabajar en su salud mental, así que intente técnicas de relajación o meditación después de su entrenamiento. Relajará su mente y su flujo de leche será más fácil. Lea más Beneficios de la meditación para las mamás que amamantan.
Beneficios del ejercicio de intensidad moderada para una madre lactante
* Ayuda a perder el exceso de grasa ganado durante el embarazo
* Previene diversas enfermedades cardiovasculares
* Ayuda con los cambios de humor
* Aumenta los niveles de prolactina, mejorando así el suministro de leche.
* Mamá se siente con más energía y menos estresada
¡Sigue ejercitándote porque tu salud es riqueza!