Los baños de sauna no están precisamente de moda en este país y por una buena razón. La mayoría de las regiones de la India son cálidas y húmedas durante la mayor parte del año, lo que elimina la necesidad de un baño de sauna caliente y humeante. Pero, ¿y si le dijéramos que un baño de sauna después del entrenamiento puede reducir su riesgo de enfermedad cardiovascular? ¿Es eso cierto? ¡Vamos a averiguar!
Un estudio publicado recientemente en el American Journal of Physiology encontró que el ejercicio combinado con un baño de sauna es más beneficioso para la salud del corazón que el ejercicio solo. Son muchos los estudios que han demostrado que el ejercicio puede prevenir dolencias y diversas enfermedades.
Las pautas actuales de salud y ejercicio recomiendan de 150 a 300 minutos de actividad física de intensidad moderada repartidos en tres a cinco sesiones por semana, lo que ayuda a mejorar nuestra salud cardiovascular. Pero este nuevo estudio muestra cómo un baño de sauna después del entrenamiento es aún mejor para la salud del corazón.
¿Qué es un baño de sauna?
El baño de sauna tiene su origen en Finlandia, donde se practica desde hace más de 2000 años. Sauna es una palabra finlandesa que significa “baño” o “casa de baños”. Un baño de sauna es una pequeña habitación de madera diseñada como un lugar para sesiones de calor seco o húmedo. El vapor y el calor intenso hacen sudar a los bañistas. Simplemente debe sentarse en una de estas habitaciones, con ropa mínima, y dejar que el calor haga su trabajo.
Los baños de sauna tienen beneficios para la salud comprobados que incluyen desintoxicación, aumento del metabolismo, pérdida de peso, aumento de la circulación, alivio del dolor, antienvejecimiento, rejuvenecimiento de la piel, mejora de la función cardiovascular, mejora de la función inmunológica, mejora del sueño, control del estrés y relajación.
En este estudio, publicado en el American Journal of Physiology, los investigadores tomaron 50 participantes masculinos y femeninos, de 30 a 60 años de edad, para este estudio y los dividieron en dos grupos: uno que realizó ejercicio guiado por las pautas y otro que hizo 15- Minuto ejercicio combinado del baño sauna.
Los investigadores observaron que aquellos en el grupo combinado de ejercicio y sauna experimentaron aumentos más significativos en CRF (aptitud cardiorrespiratoria) y disminuciones más significativas en la presión arterial sistólica (PAS) y el colesterol total que aquellos en el grupo de ejercicio solo.
Un estudio de 2007 publicado en PubMed Central también muestra que la terapia de sauna repetida (60 °C durante 15 minutos) mejoró los parámetros hemodinámicos, los síntomas clínicos, la función cardíaca y la función endotelial vascular en pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva (ICC).
El baño de sauna mejora la salud cardiovascular a través de una mayor dilatación dependiente del endotelio, reducción de la rigidez arterial, modulación del sistema nervioso autónomo, cambios beneficiosos en los perfiles de lípidos circulantes y reducción de la presión arterial sistémica.
Con los casos de enfermedades cardiovasculares en aumento, no vemos ningún daño en hacer un poco más por un corazón saludable, ¡así que pruebe la sauna después de su próximo entrenamiento!