Todos hemos sido avergonzados físicamente en nuestras vidas, ya sea que seamos gordos o delgados; ¡Nuestros vientres no son planos o nuestros muslos son demasiado gordos! Todo en nuestro cuerpo atrae atención innecesaria y sugerencias para perder peso. Desafortunadamente, tales comentarios de extraños y seres queridos dejan a muchas personas con baja autoestima. En mi caso, tanta vergüenza por la gordura y los comentarios sobre mi cuerpo y tamaño me llevaron a luchar contra la bulimia. Más de 15 años después, todavía estoy en modo de recuperación y me esfuerzo por volverme consciente de mi cuerpo.
Lo que hay que recordar es que las personas, sin saberlo, nos hieren con sus palabras. Incluso cuando somos niñas, tratamos de entender y comprender tales comentarios, pero fisiológicamente comenzamos a entretenernos con estos comentarios no deseados. Creemos que las personas que comentan sobre nuestra altura son quienes somos. Empezamos a mirar nuestros cuerpos de manera diferente, juzgándonos a nosotros mismos y hambrientos de nuestros cuerpos hasta que estamos al borde del colapso. Recuerda lo que la gente piensa de ti y de tu cuerpo es su opinión, no es quién eres.
Aquí hay algunos consejos brillantes para ganar más conciencia corporal y ver el yo maravilloso y divino que eres:
1. Acepta tu cuerpo
Con todos los comentarios no deseados que escuchamos todo el día, empezamos a dudar de nosotros mismos. Dejamos de notar nuestras partes hermosas y pensamos en ellas como feas e indeseables. A lo largo de mi infancia me dijeron que estaba demasiado gorda y que ningún hombre quería llevar a casa una novia gorda, lo cual se me quedó grabado. Para deshacerme de eso, ideé una rutina de tomar selfies en el espejo todos los días y felicitarme hablando conmigo misma de que soy una persona sexy. Me paré frente al espejo y repetí “Siempre sexy, siempre brillante”. Después de un tiempo, dejé de ver mis curvas como un defecto y las abracé de todo corazón. Esto provocó un cambio en mi vida.
Ahora, cuando me siento abrumado, hago clic en una foto mía y me recuerdo cuán elegante y divinamente me porto, y tú también puedes hacerlo. Párate frente al espejo y admírate por lo divina que eres. Hazlo todos los días hasta que se convierta en tu realidad.
2. Usa lo que te gusta, no lo que te digan
Una de las formas más importantes en que enviamos señales sociales es a través de nuestras elecciones de ropa. La forma en que usamos el color, los tonos y los accesorios es una excelente manera de aprovechar el poder de la confianza interior. La gente a menudo nos dice qué ropa nos queda mejor y cuál no. Esto dificulta su decisión sobre qué ponerse al comprar o al vestirse. La próxima vez que vayas de compras, elige el atuendo que quieres usar y compra un lápiz labial que te guste.
Dedicar tiempo a tu apariencia externa te llevará a tener confianza interna. No te disculpes por usar la ropa de tu elección y agrega accesorios a tu antojo. Cuando sientes una oleada de emoción, tu rostro se ilumina y sientes que puedes conquistar el mundo. Recuerda seguir tus instintos cuando vayas de compras. Ten cuidado con cómo te hablas a ti mismo sobre tu cuerpo porque es el primer paso para tener más confianza.
3. Deja ir la negatividad
Nuestras mentes están influenciadas por las personas con las que nos rodeamos, los mensajes que absorbemos y las ideas que tenemos en la cabeza. Algunos de ellos nos afectan positivamente, otros nos afectan negativamente. Pasa tiempo contigo mismo para saber cuándo comenzaste a avergonzarte o cuándo la compañía se está volviendo tóxica. Libérate de la toxicidad y abraza la positividad en tu vida. Personalice su feed de redes sociales para ser más productivo, elija amigos que lo amen por lo que es y trate de no lastimarlo en cada paso de su vida. Suelta lo que ya no te sirve para sentirte más seguro.
Cuando nos hacemos conscientes del cuerpo, comenzamos a amarnos, cuidarnos y respetarnos a nosotros mismos ya nuestros cuerpos, somos tratados de la misma manera. Debemos aspirar a tratar a los demás con la misma amabilidad para que todos podamos dar rienda suelta a nuestro ser sexy, brillante y divino para que el mundo los vea y admire.